SIN MIEDO FILM / PARTE II /

Cuando me siento frente a la tv a ver un vídeo musical intento dejar de lado al crítico cantante-músico que llevo dentro y observar de forma objetiva la manera en la cual un grupo de músicos nos muestra por medio de un corto de 3 a 4 minutos un ensamble de imágenes, un compendio de frames con un fondo brillante, un escenario especial: la música.
Y es por la canción lo que todo aquello que se desarrolle dentro de ese espacio de tiempo cobra vida y genera sensaciones.
Siempre lo he dicho: poner imágenes dentro de una caja con vida y crear partiendo de una canción es una tarea de un grupo de selectos artistas con un fondo humano con ángel...y nosotros contábamos con un grupo de esas características.
Entraba la tarde en Toledo y en el plató se respiraba una atmósfera de trabajo, de concentración, estaba todo preparado. La maquilladora había realizado su trabajo y los músicos estaban en posición. Y la canción por fin sonó dentro de las inmaculadas paredes de la nave-plató. Todos los mecanismos estaban activados y cada uno de los miembros del equipo colaboraba de forma natural conforme a las directivas de Alberto. Y fueron dos, tres, cinco y hasta diezveces o más... Y así desfilaron las imágenes, los movimientos, la interpretación y la energía.
Y en esos momentos, mientras rodábamos, no sé exactamente si estaba pensando en algún tipo de escenario vivido o concierto en el cual pude volar. No sé si me acordaba de cada una de las personas que habían contribuido con su fuerza para que esa canción cobrara la importancia que merece...no lo sé.
Al sentir esas melodías en el aire me dejé llevar e intenté ser Yo mismo. Yo...nadie más. Sabía que estaba siendo parte de algo grande, que había dejado el disfraz en la puerta y que estaba desnudo frente a una o varias cámaras. Pero no me sentía indefenso, estaban JAQ y Karmona a mi lado...y eso era lo más importante...

Continuará...
Hector Geronimo

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