Madrid arde. Me inspira la fragancia de la noche. Camino por los parques, las avenidas llenas de nadie. Los brazos de la niebla me abrazan y me enloquecen otra vez. No encuentro la salida, el puente hacia la tranquilidad. Una inestable sensación de calor, frío, descontrol interior. Lavo mis penas en las fuentes públicas, donde los mendigos beben de mis poesias, vacías, sin sentido, sin alma. Los ladrones me observan y critican mis últimos movimientos. Con rapidez, me muevo entre las sombras y siento la tranquilidad del sueño eterno. Un accidente que suele suceder en los días de verano, en donde el desierto de mis pensamientos se convierte en una gran pradera de mentiras y asesinos. Vuelvo a resucitar en la mañana, cuando la luz ciega mis pequeños ojos. Me siento atrapado entre hogueras y gritos. El pensamiento ya no responde. Estoy perdido en la tormenta, en el miedo, en el extraño paraje de los anhelos. La definición de locura es intentar una y otra vez lo mismo hasta encontrar una salida, un angel con alas de colores. La pregunta siempre es la misma...porqué seguir adelante, cuando sentarse y llorar es lo que quiero? La puerta es tan pesada y los ruidos de mi corazón son cada vez más intensos. La preocupación de los celos, las mismas huellas de roedores en mi habitación. Me siento enfrente de mis dudas y siento como las paredes me observan para intentar robarme el aire. Las drogas no funcionan...
Otra vez...la pregunta.
1 comentarios:
"Me inspira la fragancia de la noche. Camino por los parques, las avenidas llenas de nadie. Los brazos de la niebla me abrazan y me enloquecen otra vez"
Ese fragmento me tocó el alma... yo también me he sentido así muchas veces, "caminando por los parques, las avenidas llenas de nadie"... solo conmigo misma, acompañada de mi soledad poblada de fantasmas... y luego el abrazo de la niebla, velo de donde nacen sueños, pesadillas y poemas.
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