EL RELIEVE DEL MUNDO

Madrugada en Madrid, cielo de noche de otoño y en el exterior, la nada. Es como si el mundo fuera una sombra del momento, un oscuro camino en donde alguien espera escondido en lo más profundo de sus entrañas. El estudio, lugar sagrado, con sus miles de lámparas de luz tenue, invita a soñar con esa melodía inmortal, ese pasaje a la eternidad, ese pequeño acertijo, respuesta, grito, sueño que buscamos los artistas condenados al hermoso trabajo incansable de crear día a día una nueva versión de nosotros mismos. Las paredes, con símbolos del intenso trabajo, encierran esos gestos y miradas que siempre recordaremos y que están dentro de cada una de las manifestaciones musicales allí creadas. La soledad del cantante, la ilusión del soñador y el hambre del artista bohemio y lleno de vida. La oscuridad de las velas perfumadas con miles de notas, melodías y acordes, mezcladas con esos gritos de placer, lágrimas y sudor. Grabando, soñado, volando por un cielo que nos creamos día a día, algunas veces sin tantos colores, otras, con una avalancha de pasion y desenfreno que cuestionan lo normal, las reglas y las definiciones de lo que es llamado como una expresión puramente artística. Un relieve, una forma, un perfume que podemos saborear. Una victoria de las musas, una derrota del hombre común que busca una vez más poder decir, poder hablar, poder expresar ese universo interior particular.
Madrugada en Madrid.
Una colección de melodías...
Estudio Rue Morgue - Septiembre 2011.
HECTOR GERONIMO

0 comentarios: