
Creí recordar los objetivos del pasado. Por un momento sonreí, me sentí de nuevo en ese lugar privilegiado donde habitan los hombres con paciencia. Sobreviví a la tormenta. No recuerdo muy bien en qué momento perdí las fuerzas, pero si que tengo presente las pequeñas anécdotas del camino.
Quizá no vuelva a verte. Cabe la posibilidad. La realidad no nos engañará.
Quién crees que eres?
Quién cres que soy?
Domador de huracanes, comida de los leones...
Míra tu interior y despierta de una vez.
Rompe las reglas.
Despiérta.
No dudes en pensar, en creer que lo increíble puede suceder. Cámbiale el nombre a la esperanza y conviértela en tu sentimiento, en tu luz.
Una nueva luz en la noche. Esta es nuestra batalla.
Este es el momento y el lugar.
Despiérta.
HG.
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