Salimos al mediodía de Madrid. Un mediodía difícil, después de haber cancelado un concierto muy importante para nosotros en Barcelona. Parece que algunas de las salas de España no reconocen el trabajo de los artistas. No entiendo bien el funcionamiento de algunos promotores de conciertos que hacen de los artistas un número. La sala en donde se iba a realizar el concierto había organizado un festival de grupos independientes por la tarde. Dicho esto, MOEBIO tenía que realizar una prueba de sonido a la increíble y temprana hora de las 15:00 de la tarde. Viniendo de Zaragoza y con el pesar de que el concierto se aplazaba para las 00:00hs después del festival. Algo poco serio contando con que el grupo se desplazaba desde Madrid y que tenía a los geniales COLA DE PEZ como teloneros, y ellos no podrían probar sonido. CONCIERTO CONCELADO y ánimos tristes.
Pero este grupo está preparado para estas cosas. La unión que existe entre nosotros hace que los palos nos den más vida y más energía, pero es genial poder contaros a vosotros todas las verdades que sufrimos los artistas a la hora de realizar nuestras presentaciones en la geografía española.
El sol iluminaba la carretera y la furgoneta, se movía como un cohete. Las conversaciones entre los miembros del grupo variaban entre libros que se están leyendo en los últimos días, como "La Fundación" de Asimov o "El ansia" de Whitley Strieber o últimos lanzamientos discográficos, como el de Brandon Flowers, líder de los Killers. Un hermoso viaje lleno de anécdotas e historias. Al llegar a Zaragoza me encontré con una ciudad moderna y arquitectónicamente hermosa. Todas las anteriores oportunidades en las que visité esta ciudad fueron tan fugaces que no me dió esa chance de poder disfrutar de sus paisajes, calles y bares. Con las cuatro giras de Skizoo, hemos estado en La casa del loco, en donde todos zaragozanos nos trataron de forma formidable. Sus calles, construcciones y su comida me sorprendieron. Las prisas por llegar al céntrico edificio del FNAC hicieron que todo sea rápido y vertiginoso. Arturo nos esperaba para una rápida prueba de sonido y las primeras filas del auditorio mostraban caras conocidas y expectantes por nuestro concierto.
Disparamos las canciones una tras otra con un amor y un arte que me impresionaron. Las caras de nuestros fans mostraban su agradecimiento, su alegría y su amabilidad. Un sonido impecable, un trato inmejorable...
CONTINUARÁ...
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