CUANDO ÉRAMOS FELICES (columna de HACHE en METAL&US)

Qué nos ha sucedido? Cuándo hemos dejado de soñar? Se ha nublado el cielo azul de nuestras aspiraciones? En qué maldito momento hemos perdido la ilusión por crear?

Vivimos en el año 2012 un momento de esplendor a nivel tecnológico que nos comunica de una forma ideal para trazar caminos creativos expresivos, amistosos e innovadores. Un paisaje ideal para los creadores, un tiempo en el cual, el escaparate virtual puede ser el lugar ideal para compartir el resultado del esfuerzo: nuestro arte.
Pero la era de las comunicaciones es también la era de la soledad, del fracaso, del agotamiento, de la sobredosis de información y del arte descartable.
Me pregunto una y otra vez cuál fué la causa de nuestra derrota, si la lucha apenas comienza, si contamos con los elementos necesarios para pelear por nuestras metas y sueños.
Pero para poder reflexionar tenemos que volver a centrar nuestra atención en el foco de estas preguntas: el arte puro, en su escencia.
El día en que decidí hacer arte, en mi caso personal, crear canciones, melodías, sólo tenía como objetivo que ese pequeño trozo de mi alma llegue al oyente y que ese receptor las cantase, las sintiese e hiciese parte de su vida. Ese era y sigue siendo mi objetivo.
Puede ser entonces que en algún momento del proceso creativo hayamos perdido la pureza?
Hemos contaminado con nuestros meros intereses esa búsqueda de magia con el objetivo de lograr un absurdo y egoísta reconocimiento personal?
Hemos olvidado los mapas para llegar al alma. “Conectar” es el gran desafío, “Expresar” es el verdadero éxito...pero nos hemos detenido en el abismo de “Gustar” y quizá ese haya sido el presunto y falso atajo que nos haya despistado de nuestro sueño mágico. La vanidad nos cautiva y nos convierte en soñadores de películas irreales, vacías y sin sentido. Nos olvidamos de la melodía inmortal, de la canción, de la perfección en el sentimiento creativo y damos paso a una fórmula que creemos que nos llevará a ese reconocimiento efímero y plástico.
Y volvemos al lamento, a la queja, a la escusa. No conectamos, no logramos que nuestras manifestaciones tengan ese eco necesario para alimentar el próximo paso en nuestra carrera artística. Volvemos a chocar con esa pared de silencio, dolorosa, que nos deja heridos de muerte. Y nos sentimos desamparados en ese mundo cruel en el que se mueven los músicos & artistas incomprendidos...Seguiremos echándole la culpa a las modas, al formato, al escaparate, mientras otros artistas se manifiestan, mientras los conciertos de artistas extranjeros se llenan de jóvenes que agotan las entradas, copiando los looks de los músicos y coreando sus estribillos.
Tenemos que detenernos. Debemos hacerlo. Debemos obligarnos a volver a la propuesta, al origen, al núcleo de nuestra expresión artística.
Nadie está a salvo, nadie. Sin la magia de ese puro proceso creativo no tenemos nada...no somos nada. Y ahí recae el secreto...en la pureza, ésa que nos hace diferentes, originales, atractivos.
El camino hacia la luz se realiza con el corazón en las manos, abandonando la vanidad...
Estás dispuesto a desnudar tu espíritu por amor al arte?
Ahora, a cantar...
HECTOR GERONIMO




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