Todo indicaba que este año sería increíble, como cada uno de los momentos vividos por esta banda. No basta con mirar atrás y desenterrar esos interminables momentos de creatividad, sentimiento, vida, libertad...
Sigo ese camino, sin mirar atrás.
Seguir cantando es el destino que he elegido, no quiero otra cosa y no voy a negociarlo con nadie. Esas canciones son la gasolina, el alimento, la única manera de sobrevivir. Si el 2011 ha estado plagado de buenos momentos, estos primeros meses del año me han regalado sensaciones únicas, inolvidables.
Llegué al FNAC La Castellana con esas reflexiones, otra vez sintiendo la felicidad de la cercanía con el público, esa hermosa forma de expresarnos, ese cariño que hace que personas se desplacen hacia un pequeño anfiteatro y disfruten con tu forma de entender el arte.
Debo destacar la hermosa tienda de discos que no nos merecemos aqui, en pleno centro de Madrid, con tres plantas culturales llenas de secretos, de enigmas, de claves.
Cuando a las 19:15 subimos de nuevo al rojo escenario supe que estabamos haciendo un concierto redondo, relajados, disfrutando, conectando con toda esa magia que venimos construyendo desde hace sólo semanas. He podido ver las caras de pasión de viejos seguidores, esos inscansables compañeros que no dejan de corear los textos de nuestras composiciones.
He podido descubrir nuevos amigos, que se unen en estos tiempos, y que son bienvenidos con la mejor de las melodías.
He vuelto a sentirme vivo otra vez...gracias a vosotros.
GRACIAS K, Carlos y Txema.
Este post...va por vosotros.
Hector Geronimo
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