MAS ALLÁ DE LA DUDA


Rompí la puerta y entré a tu vida. De repente tuve a responsabilidad de hacerte sonreir, de atrapar el brillo de tu mirada y hacerlo eterno, interminable. De repente caminamos, sentimos, sobrevolamos los tejados de lo imperfecto para entrar en otras dimensiones sensoriales. Cuando quisimos regresar, estábamos enamorados. Nuestras manos se fundían en un calor sin precedentes, un volcán de roces y piel celestial. Un viaje sin retorno. Un movimiento sísmico. Una lágrima con miles de diamantes...
Un amor.
HECTOR GERONIMO

0 comentarios: