Después de un agotador viaje en furgoneta, con un frío que veíamos desde nuestras ventanillas por fin llegamos a Barcelona, una ciudad de un encanto muy especial, que siempre tiene los brazos (y oídos) abiertos al combo moebiano. Llegamos al Hotel casi congelados y comenzamos nuestros rituales. Algunos decidieron ducharse, otros seleccionar vestimenta para la noche, otros simplemente ambas cosas... Llegamos a la prueba de sonido en medio de la oscuridad de la tarde y mientras los otros grupos decidían el backline de sus conciertos nosotros esperábamos nuestro turno para descargar nuestro sonido. Debo destacar el empeño, la ilusión, la amabilidad y la cordialidad del grupo catalán ELVANDAR, con el que trabajé este bolo desde un principio y al cual estoy muy agradecido por su profesionalismo. También mencionar a Sara, su manager y a todo el equipo incluida Archy, que con su buen rollo, nos llenó con su alegría y su amabilidad.
También mencionar un momento cumbre en el cual mi amigo Morti subió a escena en una parte del concierto para cantar conmigo LA BUSQUEDA...
CONTINUARÁ...
0 comentarios:
Publicar un comentario